Cual ave fénix surgiendo de las cenizas (...A vista de pájaro!!!), de los rescoldos que provoca el bochorno de un sorprendente 8 de noviembre, renace el poder LANIK en el blog, y de qué mejor manera, y en qué mejor momento que gracias a la gran Behobia-San Sebastián, Carrera suprema donde las haya ¡de las buenas la mejor y de la mejor la superior!
Dos LANIK. No digo uno, sino dos, los que tomaron parte en éste, el más grande de los retos que se juegan con el corazón, pues la Behobia es por encima de una carrera un sentimiento, como bien nos recordaba el lema de este año escrito en cada camiseta, tatuado en cada corazón de los 33.998 atletas y dos, ya no hijos, sino hermanos del viento, "helmugarik gabeko sentimentua".
Sin saberlo pero casi juntos en la distancia, al menos de salida, y por supuesto unidos por el sentimiento que les empujaba hacia meta, corrieron, volaron, nuestros LANIK. Uno más que otro, y es que Don Saúl a pesar de las adversas condiciones atmosféricas para él, tuvo al crono de aliado parándolo en un no soñado, pero feliz, meritorio y grande 1:43:12, casi siete minutos menos que el señor Jiménez que fue calculando toda la prueba para fijar el tiempo en el número más redondo posible. De primeras pensó en un 1:30:00, pero como por megafonía no hacían más que repetir que no era año para hacer marca y como su número favorito es el cinco (no es necesario hacer chistes fáciles), pues fue haciendo tiempo hasta acabar en 1:50:00. Grande Txipito II, y supremo Saulillo, sí señor.
En fin, grandeza hecha hueso, carne y sobre todo musculo y fibra como siempre en los LANIK que además en este caso, nos dejan una canción para sus fieles seguidores, hecha a medida para esta Behobia 2015 ¡Va por ustedes!
1 comentario:
Un recorrido inigualable, un sol castigador, dos amigos y expedicionarios LANIK dispuestos a devorar el asfalto y un sentimiento de lucha y superación hacen que año tras año sigamos viviendo la Behobia-San Sebastián, sigamos viviendo la vida.
Y tras el horizonte, la esperanza de un 2016 con una tercera alma LANIK más recorriendo esos maravillosos kilómetros. ¡Somos grandes!
Publicar un comentario