Ingenieros, constructores, carpinteros navales, chatarreros, pistoleros, nadadores, remeros, estilistas, balseros, luchadores y también piratas.
Nueva demostración de poder de nuestros valientes expedicionarios que tras construir la "txalupa" más alta, flotante, chic y cómoda de todas (no todos los días se navega en una cama... ¡Vamos! ni siquiera los LANIK navegan todos los días en la cama... pero casi...) y dar una lección de puntería con sus pistolones (primera en el sentido literal del término, enésima en el figurado...) consiguieron llegar los primeros a la playa de la Concha a pesar de haber sufrido todo tipo de trabas por parte de la organización, que coloco su barca la última complicando así su abordaje; por parte del resto de piratas, que sabían que eran el team a batir y en cuanto pudieron destrozaron su barca; incluso por los Dioses, pues Chronos se encargo de presionar al realizar la inscripción, al agenciar el material (desde estas líneas queremos agradecer a Lintzirin su buen hacer retrasando sus obras casi medio año para hacerlas coincidir con el desembarco pirata) y al construir la barca; e incluso las dificultades surgidas en el propio seno LANIK, pues Quinín decidió dejar huérfanos de creatividad y dotes natatoriales a sus compañeros justo cuando más lo necesitaban.
En fin, primeros terminaron, cómo no... y se preguntaran ustedes ¿por qué, en ese caso, no han sido reconocidos como tales? pues bien... nueva demostración de humildad y humanidad de los LANIK, pues nada más pisar tierra firme, una señora, sabedora de la valentía y saber hacer de nuestros amigos expedicionarios, les pidió que acudieran al rescate de su hijo perdido de tan solo dos años. Ellos no saben decir "no" a ningún reto, a ninguna mujer en apuros, a ningún "más difícil todavía". Y así, tras salvar la vida del futuro de sus propias pensiones y con el respaldo, respeto y aplausos de los miles allí congregados, en el marco incomparable, retornaron a su ser más allá de su labor de superhéroes.
Los sábados y sábados de entrenamiento dieron sus frutos ¡gran abardaje mis valientes!
EMAIOK AZKARREGI!!!
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