Domingo 9 de noviembre. 10:00 horas. Día soleado con suave viento procendente del suroeste. Andoni acompañado de Eneko Agirrebeitia hace acto de presencia en Behobia. Medio año después de lanzar al aire el proyecto y tras tres meses de duros entrenamientos llega la hora de la verdad. Después de saludar a amiguetes y conocidos, presenciar la salida de los atletas con discapacidad, realizar un pequeño calentamiento y haber vaciado la "bixika" tres veces (una cuarta no hubiera venido mal) en 45 minutos, da comienzo la B/SS 44 para nuestro representante LANIK Txipito Ttiki. A las 11:09 explota el cohete que da la salida a los dorsales azules y en consecuencia a nuestro expedicionario. Son tan solo unos 400 metros los que separan a Andoni de la pancarta de salida, poco espacio, una distancia ínfima en comparación con lo que recorrerá seguidamente, pero suficiente para dar una y mil vueltas a la cabeza. Delante de sus ojos pasan las imagenes de los entrenamientos, los sufrimientos de la Behobia del año anterior, la convicción de saberse en un buen estado de forma pero también la inseguridad que le genera el viento sur que le hace rememorar su peor carrera y la duda de como llegará a los últimos kilometros por la falta de algún entrenamiento de tan larga distancia. Las imagenes se aceleran de manera directamente proporcional a la frecuencia con que se aceleran los pasos en busca del kilometro cero. Justo bajo la pancarta de salida la mente se queda en blanco para dar paso al corazón, que también se acelera, y de que manera, al dar paso a los sentimientos que poco a poco le acercan a Donosti.
Comineza la carrera con unos primeros cuatrocientos metros un tanto incomodos y lentos debidos a la estrechez de la carretera flanqueada aún por las vallas de publicidad que nada más acabar permiten a Txipito II subirse en la acera para así avanzar más rápido. Primer paso kilometrico en 5 minutos exactos. Primeras sensaciones positivas que hacen rememorar los 15 kilometros de Donosti de tan buen recuerdo para nuestro LANIK donde en el primer kilómetro también clavó los cinco minutos. En el centro de Irun y tras la primera rampa Andoni busca a sus "sobris" en la acera que queda a su izquierda pero no los encuentra hasta llegar a Ventas, es decir 4 kilometros más adelante; distancia ésta por cierto que llama la atención por sus continuas subidas y bajadas. Desde luego que nadie piense que Irun es llano.
En Urdanibia, justo a pie del puerto de Gaintxurizketa, llega el primer avituallamiento. Nuestro intrépido expedicionario se apresura a coger un botellín de agua, hecho por el que prácticamente se tiene que parar, grave error puesto que tenía botellines de sobra después del que cogió. No volvería a cometer ese fallo, no señor. Comienza "Gaintxu" y allí Andoni llega como deseaba, minuto y pico por debajo de la media hora en el kilometro seis (llegó a hacer el kilometro tres en 4:12). Necesita ese margen de maniobra por lo que pudiera perder en el puerto de 1,7 km. Mantiene un ritmo constante en la subida, no excesivamente duro pero si continuado, hasta los metros finales donde pega un ligero arreón, quizá motivado por el animo de Izaskun, la novia de Alex, que esta en la cima y lanza un grito que verdaderamente le llega a Andoni (Eskerrik asko Izaskun, egitan sentitu nituela animoak). Arriba Andoni mantiene el minuto de ventaja al crono respecto a ir a cinco minutos el kilometro.
A partir de ahí Andoni pensaba primero recuperar un poco y luego lanzarse hasta Lezo. De hecho el día anterior Txipito Ttiki revisó esta zona del recorrido en coche y no le impresionaron tanto los famosos toboganes hasta Lezo de los que tanta gente habla. Sobre ruedas es todo más fácil que en zapatillas, debió pensar Andoni. Realmente el recorrido fue rompepiernas pero lo más complicado era el no poder coger el ritmo de carrera deseado (grandes altibajos en cronometro, desde 5:12/km hasta 4:20/km). Aún así el apoyo de Lai al pasar por el baxerri de la Maritxu, adelantar a Eneko que había salido cinco minutos antes y el último descenso hasta Lezo cargaron de ilusión a nuestro txapeldun.
En la rotonda de Lezo algunos oiartzuarras animan a Andoni gritando "Presoak etxera!" (y es que me sentia preso en la carrera, casi torturado y con ganas de llegar a mi sofa). A partir de ahí llega el puerto. Psicológicamente un punto clave para Andoni, ya que la semana anterior realizó el recorrido desde este punto y con muy buenos resultados, pero la lluvia de siete días atrás era el domingo viento sur, sol y calor, más 13km en las piernas. Las sensaciones en la primera zona del puerto no son todo lo buenas que Andoni hubiera deseado y el adelantamiento que sufre a cargo de Arkaitz Maritxalar y el cronómetro ya demuestran que el cansancio hace mella. Por eso en el último tramo Txipito Ttiki saca fuerzas de flaqueza y consigue aumentar el ritmo, demasiado quizá, realizando el record de su carrera particular llegando a los 4:11/km. Así se planta a pie del alto de Miracruz.
En Miracruz el calvario. Muy duro. A Andoni le hubiera gustado subir a ritmo más bien alto para luego dejarse caer en el descenso pero se tiene que conformar con un ritmo medio-bajo (11:12 en dos kilometros) y pegar un último arreón al final de la rampa como ya había hecho anteriormente en "Gaintxu". En el Arzak, la renta que en el puerto era de 1:20 para mejorar la hora cuarenta en el boulevard, se reduce a ton solo diez segundos.
Dos kilometros para hacer realidad un deseo, que no un sueño. Dos kilometros repletos de gente animando. Dos kilometros casi llanos. Dos kilometros eternos, los más largos que jamás se han conocido, tan largos como el año pasado. Andoni acelera en el penúltimo, incluso mete el codo para que no le pasen en la Avenida de Navarra, cree que vuela a pesar de que el cronómetro luego demostró que no fue así, y así, medio bolado, ataca el último kilómetro exhausto plantandose en el "bule" en 1h40:44, sin llegar a su ansiada 1h40:00 pero mejorando en casi tres minutos su marca del año anterior (1h 43:30).
El corazón ya decelera, ya descansa, tanto que casi se para en el vagón de cola del topo que lleva a Andoni etxera! regenerando en él la sensación de victoria y bienestar de un año atrás cuando soñó bajar de 1h 38:00... La sensación de victoria y bienestar del próximo año al bajar de 1h 38:00.

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