Toscana en estado puro. Así se podrían titular las dos próximas etapas. Continuas subidas y bajadas entre viñedos y olivos además de colinas de punta redondeada en cuyas cimas se encuentran casas típicas y solitarias.
La sexta etapa resultó ser la más corta de todas pero Izaro no terminó de asimilar bien las dos jornadas de descanso y no pasó el mejor de sus días; Etapa que finalizó en Siena, ciudad idílica con la "piazza di campo" como centro neurálgico, plaza que además de ser preciosa tiene carácter y transmite buenas sensaciones.
La antepenúltima etapa fue la única en que los LANIK no llegaron a la meta en una ciudad o pueblo, sino en un agroturisme perdido en la cima de una de esas típicas colinas, el paraiso de la Toscana: "La Palazzina"
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