Ruta LANIK II: Ascensión a San Marcos

Este sábado día 19 de abril, varios expedicionarios del LANIK Vía de la Plata Expedition Team llevaron a cabo la segunda jornada conjunta de entrenamiento. Tras la exhibición de la semana anterior por la costa Gipuzkoana (así no hay problemas con los acentos), esta semana se decidieron a atacar el macizo de San Marcos, inexpugnable fortaleza para la gente de a pie pero no para estos seres superiores de a pedal.

A las 16:30 se citaron “Kabre”, “Kintxo” y “Txipito II” en la estación de Lezo-Errenteria de RENFE. Una vez más “Txaro” causo baja, hecho éste que hace dudar a más de uno de la expedicionaria del LANIK team. ¿Será cierto que la “junca de Berriz” está siempre ocupada o es que tiene miedo al fracaso? He ahí la cuestión que tan solo ella podrá responder.

Desde el barrio de Iztieta, a pie de puerto, y sin más dilación se dirigieron a las rampas de San Marcos. Hay quién consideraría un suicidio comenzar directamente con rampas de tal calibre sin rodar un poco antes, pero es que para estos valientes aventureros ese era el rodaje, el calentamiento.

Tras superar Antxo, se dirigieron a Beraún. Durante la semana la prensa se había echo eco de la total recuperación del patrimonio ciclístico de Jokin, pero se dudaba del estado de su triciclo. Finalmente la prueba quedo superada pero no sin dificultades, puesto que se dio una primera parada en boxes para subir un sillín anquilosado durante siglos en la misma posición. Hubo aficionados que vieron en este gesto una simple excusa para parar y tomar aire, pero nada más lejos de la realidad, la expedición decidió tener un gesto con Beraún, barrio natal de “Kintxo”, y homenajear así a sus en otra hora conciudadanos.

Poco más adelante se produjo un segundo incidente, la rockraider del donostiarra Kabrejax sufrió un pequeño percance al salírsele la cadena. Tan solo fueron problemillas sin importancia pero que demuestran el potencial de la Orbea del Jiménez, única máquina hasta ahora que no ha dado problemas, perdón miento, la bicicleta de Izaro tampoco.

Desde allí rodaron los intrépidos ciclistas hasta el fuerte de San Marcos, atravesando el vertedero, o lo que es lo mismo, jugándose la vida. Ya en la cima y tras parar un par de veces para reconocer posibles caminos (no por ningún otro motivo) gozaron de una inigualable panorámica de Oarsoaldea y sus al rededores.

En su afán de abrir nuevas vías sin explorar, decidieron ir a Txoritokieta; hecho este que no se produjo debido al excelente olfato de mujer en celo que posee Jokin, y es que este hombre cual perro de presa ante su pieza freno, grito al resto del grupo para alcanzar el botín con más facilidad, marco el objetivo y … y solo le falto abalanzarse sobre él. Cambio de planes (no hay quien pare a estos hombres), bidegorri de Arditurri. Descenso vertiginoso hasta el valle de Oiartzun, solamente entorpecido porque “Kintxo” llevaba el ancla echada. Hay quien piensa que tener tres piernas a la hora de pedalear puede ser una ventaja, pero después de atisbar la fragancia a fluido femenino la tercera frena más que ayuda.

Una vez en el bidegorri todo fue coser y cantar, rodar sin esfuerzo pero con ansia de victoria que es lo que caracteriza al LANIK Vía de la Plata expediton team. Tan solo quedaba un falso llano primero de ascenso y luego de descenso en el que el “cuco” de Jokin decidió hacer la goma (el seguía dándole vueltas a lo que vio en San Marcos), dejarse caer para luego entrar en el pelotón y atacar imponiendo un ritmo feroz en la bajada. Y así, tras un final épico con tromba de agua incluida, “la doble K” se dirigió rumbo a Villanueva de Oyarzun para de allí arribar a sus destinos, mientras “Txipito II” se quedaba en Oiartzun.


Atrás quedaron 30 km. a 14,42 km/h de media y una velocidad máxima de 52 km/h en 2:08:16 encima de la bicicleta ¡una auténtica machada! ¿Cuál será la siguiente ruta? Sólo los verdaderos expedicionarios LANIK la conocen.