Puente del 1 de mayo. La "Doble T" del LANIK expedition team puso rumbo a tierras sorianas para hacer frente a la cuarta sesión de entrenamientos. Tierras duras, áridas, secas esperaban a nuestros dos intrepidos expedicionarios. Tras un día de aclimatación en el campamento base camping Cobijo, comenzaron a rodar en el Soria Tour 08 dividido en dos tremendas etapas: La ascensión a la Laguna Negra y el cañón del río Lobos.
ASCENSIÓN A LA LAGUNA NEGRA


2 de mayo. Amanece soleado y con la temperatura ideal para afrontar las duras rampas con final en La Laguna Negra. "Txaro", la expedicionaria del team, tras consultar con su almohada decide realizar la ascensión en coche, y todo porque el día anterior una amable señorita, nos llamo poco menos que locos por intentar ir a La Laguna Negra en bicicleta. La chica nos comento que el recorrido a pie se cubre en más o menos 7 horas y que es realmente duro. Aquello sorprendió a l@s magnific@s aventureros ¡17 kilómetros en 7 horas! ¡2,4 km/h de media andando! Algo no cuadraba. O se refería a que las tortugas tardan 7 horas en sumergirse en aguas de la laguna partiendo desde Vinuesa, o es que eso no es una ascensión sino una escalada.
Lo dicho, "TxipìtoII" decidió realizar la ascensión por carretera y "Txaro" en vehículo motorizado. Cualquiera de nuestro lectores puede ver en este gesto un acto de cobardía. Nada más lejos de la realidad, y es que Izaro tiene más peligro al volante que al manillar y más si el coche que conduce es el Xe-lau de Andoni y no su Rugolf. En definitiva, "Txipito ttiki" partió en solitario a la Laguna Negra. Un asfalto rugoso y lleno de agujeros al que por Soria llaman carretera, se encargo de dar la bienvenida al intrépido caballero. Unos 5Km por superficie desigual en continuo ascenso pero sin mucho desnivel.
Tras tomar un par de desvíos, este gran ciclista, se topó con un camino en el que las condiciones de piso mejoraron mucho, y casualidades de la vida, era el que seguían muchos senderistas de siete horas. Desde luego, que flojos estos de al lado de Burgos...
Poco más adelante y ante la sorprendida mirada de decenas de personas, Txipito II comenzó a adelantar coches como una exalación. Una caravana de vehículos motorizados parecía hacer pasillo al gran expedicionario LANIK; todo se debía, además de por la admiración que despierta el LANIK expedition team allá por donde va, a que los responsables forestales daban paso a los coches por grupos reducidos y tan solo se les permitía el paso si otra serie de vehículos descendían de la Laguna, para no colapsar el parking. Llamadita a la otra "T" para que se apresure con el coche y... vía libre. Definitivamente comenzaban las grandes rampas que en ciertos momentos superaban el 10% de desnivel.
Andoni se permitió el lujo de esprintar tras un descansillo al ver el aparcamiento y una señal que marcaba que el camino llegaba a su fin. Era una trampa para intentar hundir al genial ciclista. La señal, como todas en carretera, eran para las coches que allí tenían su parking y no podían sino seguir a pie o en un bus turístico su recorrido. Aún quedaban 2 eternos kilometros de ascensión.Resulta innegable reconocer que la trampa tendida causó su efecto en "Txipito ttiki" pero no lo suficiente para rendir a nuestro maestro expedicionario.
Entre vítores de hombres que saludaban a Andoni recordándole que abajo el ciclista adelanto su vehículo y terminaron llegando a la par o las exclamaciones de un niño a su madre diciendole por lo bajinin "¡mira, hay está el ciclista!" a lo que su madre respondió "¡qué ciclista ni que ciclista! ¡ni que hubieras visto un ... anda, anda, anda! Txipito II llegó a la cumbre y pudo disfrutar del bello paisaje.
Atrás quedaron 17 km exactos, a 13,58 km/h, con una velocidad máxima de 29 km/h y hora y cuarto sobre la bici, muy lejos de las 7 horas de la señorita de turismo.
Recuerden, hay muestras gráficas de que un ciclista llegó hasta La Laguna Negra. En Crónicas LANIK sabor a aventura pugnaremos por la exclusiva y quizá algún día las fotos salgan a la luz.
EL CAÑÓN DEL RÍO LOBOS


Tan solo un día después la "Doble T", más doble que nunca, montó de nuevo en sus Orbea para recorrer la cuenca del río Lobos en el cañón del mismo nombre. Lo cierto es que en Crónicas LANIK sabor a aventura nos resulta casi indescriptible narrarles la ruta del 3 de mayo y es que la belleza del recorrido (además de la de l@s expedicionari@s) resulto ser innarrable. 23 km tan solo de ida, a la par de un río de bajo caudal y entre dos gigantes paredes omnipresentes. Naturaleza en estado puro.
Además la pareja Agirrebeitia-Jiménez, tras ocho meses rememoró sensaciones casi olvidadas como los piscolabis en mitad de la ruta y la sensación de hacer culear la bici debido al peso de las alforjas. Además realizaron el primer entrenamiento integro por un recorrido sin asfaltar. Muy Kabrejero, sí señor. Ruta muy técnica y con continuos pasos por las aguas del río Lobos, que hicieron incluso besar el barro a las esbeltas nalgas de "Txipito II". Durante segundos, el suelo soriano fue la envidia de muchas chicas, mujeres y gays.
Lo cierto es que el recorrido se cubría por un estrecho sendero más pensado para viandantes que para ciclistas. Tanto es así, que en el km 18 y a falta de 5 para conectar con tierras burgalesas donde finalizaba el recorrido, nuestr@s intrepid@s aventureros decidieron volver sobre sus pasos ante la nula ciclavilidad del terreno. Por cierto que cabe destacar el gran estado de forma de Izaro que tiro del pelotón precisamente en las zonas más duras del recorrido.
A las 16:00 y a falta de 11 km para finalizar la jornada la "Doble T" comió y echo una pequeña siesta para después culminar el recorrido en el punto de partida.
Atrás quedaron 35,800 km, a 10, 60 km/h, con una velocidad máxima de 32,87 km/h y 3 horas y 22 minutos sobre la bicicleta, además de cuevas, ermitas, ríos, lagunas, pueblos y toda una Soria por descubrir. Volveremos.
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